viernes, 8 de enero de 2016

ACTIVA LA MEJOR VERSIÓN DE TI MISMO



En este mundo tan exigente, intentar mantener el equilibrio emocional, familiar, y laboral no siempre resulta fácil. Cada problema no resuelto, cada conflicto no afrontado, pueden minar nuestro bienestar físico y emocional. No siempre uno se siente capaz de afrontar del mismo modo retos y problemas. Por eso es importante empezar el año con una dosis extra de fortaleza emocional, y que mejor excusa que el cambio de calendario para desarrollar nuestra creatividad, abrir nuestra mente y ¡activar la mejor versión de nosotros mismos!

Pretender ser perfectos en un mundo imperfecto no tiene mucho sentido, por eso las personas fuertes y emocionalmente maduras están muy por encima de  cualquier evaluación ajena. Es verdad que tendemos a evaluar todo lo que nos sucede y sobre todo tendemos a evaluar lo que los demás opinan de nosotros. Obsesionarse con la perfección es como querer nadar en el desierto. Pretender ser la madre o el padre perfectos, la pareja perfecta, el hijo/a perfecto o el amigo/a perfecto, solo te hace más vulnerable.

Aceptar nuestras imperfecciones con humor, puede ser la mejor medicina,  no solo porque alegra la vida sino que mejora la salud física y mental. Reír puede aliviar el dolor y el malestar, reduciendo la tensión, distrayendo la atención o aumentando la producción interna de endorfinas; a menudo los estados de ánimo y el bienestar dependen de la actitud que tengamos ante lo que nos ocurre. Y ya lo decía Charles Chaplin "un día sin reír, es un día perdido"

Ocuparse en vez de preocuparse: dar vueltas a algo que preocupa una y otra vez no va a hacer que se solucione, además el hecho de no afrontar un problema puede provocar malestar físico. Pero también nos encontramos a veces con  cosas que no tienen solución, así que mejor descargar la pesada mochila que llevamos siempre; no se puede hacer nada por cambiar el pasado pero si por vivir mejor el futuro. No nos podemos hacer responsables de todo lo que nos ocurre porque a veces los acontecimientos escapan a nuestro control.

Y para vivir mejor el futuro hay que cultivar la felicidad, porque con nuestro cuerpo y con nuestra mente son con los que vamos a pasar el resto de nuestra vida, así que cuanto más dediques a ponerlos en forma mejor te sentirás. Confía en ti mismo, en las señales que envía tu cuerpo, en tu propia esencia, transformarse en alguien positivo es esencial para disfrutar de la vida. Ya se sabe el dicho "piensa bien y te sentirás mejor"

Y para cultivar la felicidad lo primero que hay que hacer es alejarse  de las personas tóxicas, la gente que solo te necesita para su propio beneficio y que además te roba toda la energía ¡Cuanto más lejos mejor!

Elimina también las creencias irracionales, primero porque son falsas y no nos ayudan a solucionar los problemas y segundo porque pueden provocar muchísima ansiedad y hacernos sufrir.


Y por último pero creo que lo más importante es entregarse a la vida con pasión, y hacer que cada segundo de este nuevo año sea irrepetible. Un modo de degustar a fondo las innumerables situaciones de la vida es abordarlas como si no fueran a darse más, porque en cierto modo así será. Saborear cada segundo, cada pequeño momento junto a las personas que quieres. 

Así que para este 2016 libérate de los miedos, de las inseguridades, adopta una actitud positiva frente a la vida, una mentalidad abierta a cambios, a nuevas experiencias, visualiza tus objetivos y ¡¡a por todas!!     



"El sol no solo brilla sobre nosotros, también dentro de nosotros"
John Muir

viernes, 31 de julio de 2015

SÁCALE PARTIDO A LA ANSIEDAD




Hace unos días en uno de mis momentos de reflexión (he aprendido a tener varios momentos así al día) me dí cuenta de la cantidad de experiencias positivas que que me ha reportado mi particular lucha contra la ansiedad. De repente, me sorprendí a mi misma esbozando una sonrisa al descubrir que aún con todo lo sufrido puedo decir que la ansiedad me ha traído más cosas positivas que negativas. Sí alguien me hubiera dicho esto hace unos años hubiera creído que estaba loco. Y es que hace unos años hubiera sido incapaz de llegar a esta conclusión.

Todo proceso lleva un aprendizaje, una adaptación, un cambio, y el mio ha sido intenso pero muy, muy positivo. Resultaba de vital importancia aprender a reducir con rapidez los niveles de estrés, tanto en el ámbito físico como en el mental, y para ello debía adoptar una serie de pautas en mi día a día. Esto no fue fácil al principio porque primero debía darme cuenta de que cosas eran perjudiciales para mi. Debía darme cuenta no solo del ritmo de vida que llevaba, siempre acelerada, si no que también mi forma de pensar actuaba directamente sobre mis emociones y por lo tanto generaba efectos físicos negativos. Reducir el estrés no solo mejoró mi calidad de vida sino que literalmente me la salvó.

1. Aprender a respirar: ha sido sin duda el mayor aprendizaje que he tenido. Algo que parece tan obvio (al fin y al cabo respiramos continuamente) pero que en realidad la mayoría de las veces los hacemos de manera inadecuada. Respirar de forma consciente, es decir, prestar atención durante unos minutos al ejercicio de exhalar e inhalar ayuda a reducir el ritmo cardiáco y por tanto favorece la relajación. Cuando aprendí a fijar la atención en la respiración me dí cuenta de que automáticamente bloqueaba los demás pensamientos, lo cual me resultaba muy útil en momentos de ansiedad.

Cuando una persona respira muy deprisa, exhala una cantidad excesiva de dióxido de carbono y consume una cantidad igualmente excesiva de oxígeno. Esto puede provocar aturdimiento, mareo y ansiedad. La mayoría de los ataques de ansiedad están acompañados de hiperventilación por lo tanto se pueden llegar a controlar con la respiración; es como lo de respirar dentro de una bolsa, básicamente se fundamenta en lo mismo, al respirar una y otra vez el mismo aire su contenido en dióxido de carbono aumenta y el de oxígeno disminuye restableciéndose el equilibrio.



2.Entrenar la mente para pensar en positivo: hace algún tiempo me topé con un libro sobre psicología cognitiva, y he de decir que fue un gran descubrimiento. Casualidad o no llegó a mi en el mejor momento. Aunque creo que necesitaría un post entero para hablar de este punto y de cómo lo he aplicado en mi vida. Como decía Epiceto "no nos afecta lo que nos sucede sino lo que nos decimos acerca de lo que nos sucede" ¡Y ahí estaba la clave! Se trataba de cambiar el pensamiento negativo de lo que me sucedía. La psicología cognitiva me ha enseñado que detrás de cada emoción negativa exagerada (ataque de ansiedad) siempre existía un pensamiento negativo también exagerado. En la terapia cognitiva se trata de comprender y luego practicar. Es algo gradual, y al final sale de forma natural. Básicamente consiste en transformar nuestra forma de pensar, nuestro diálogo interior, nuestra manera de evaluar lo que nos sucede. 

3.Comer de forma consciente: Quien me conoce de verdad sabe que lo mio no es la cocina. Me da muchísima pereza el simple hecho de pensar en tener que preparar la comida. Hace unos años era mucho peor desde luego, comía mal y a deshoras, algo que repercutió seriamente en mi salud. Con el tiempo he aprendido a comer de forma consciente, ahora le doy mucha importancia a los horarios, me gusta informarme de los alimentos que compro, sus propiedades y beneficios. Desde que me tomé en serio mi alimentación mi cuerpo ha respondido de manera increíble.

4. Meditación: la meditación es el arte de acallar la mente, algo que me parecía imposible para una persona como yo, siempre dándole vueltas a todo. Descubrí la meditación también a través de los libros (la verdad que no concibo la vida sin ellos, la lectura es algo que mis padres me han inculcado desde bien pequeñita y por lo que les estaré eternamente agradecida) pero aprender a meditar es algo que requiere práctica y paciencia. Prestar atención al momento presente y ser consciente de mis pensamientos, emociones, y percepciones no era tarea fácil, sobre todo cuando el corazón me iba a mil por hora.  Uno de los beneficios de la meditación es que con ella se consigue mayor poder de concentración. Dar vueltas al pasado o acumular miedos respecto al futuro constituye una pérdida de energía y era algo que a mi se me daba muy bien...jeje.

Al principio intentaba buscar un momento en el día para poder meditar. Un momento en el que supiera que no iba a tener distracciones. Me sentaba, cerraba los ojos y me concentraba única y exclusivamente en la respiración. Aprendí a dejar fluir mis pensamientos, a no retenerlos. Iban y venían a su antojo. Poco a poco logré que esos momentos me reportaran una paz interior maravillosa. Después con la práctica lograba eso mismo pero en cualquier momento que me lo propusiera, dando un paseo, cocinando, realizando cualquier tarea rutinaria. La meditación me ayuda a percibir con claridad lo que es realmente importante. 



5. Amar: si, amar, con todas las letras. La idea de que las personas que aman profundamente enferman menos que las demás no creo que sea un mito. Cuando alguien está enamorado su sistema inmunológico funciona de forma óptima. Me encanta decir te quiero a las personas que quiero y es algo que le he inculcado a mi hijo desde que era pequeñito. Creo que es algo que sana el alma. 




6. Hacer ejercicio de forma regular: es aconsejable hacer ejercicio de forma regular, lo que tonifica el organismo y contribuye a la producción de endorfinas, también llamadas hormonas de la felicidad. Yo no soy precisamente el ejemplo de rutina diaria pero sí intento dedicar media hora como mínimo al día. Me encanta salir a correr a primera hora de la mañana, practicar yoga y además siempre tengo una tabla de ejercicios para hacer en casa. No hace falta más que una colchoneta y ¡fuerza de voluntad!


Todos estos hábitos siguen formando parte de mi vida ahora que la ansiedad está bajo control. Gracias a ella (y es aquí donde hago la lectura positiva) he descubierto una manera de vivir mejor. 


"Lo que yo deseo, la fuerza que yo busco, no es aquella que te lleva a perder o ganar. Tampoco quiero una muralla que repela las fuerzas que lleguen del exterior. Lo que yo deseo es una fuerza que me permita ser capaz de recibir todo cuanto proceda del exterior y resistirlo"


HARUKI MURAKAMI


Feliz verano!!

Irene G, Marchante

miércoles, 1 de julio de 2015

LA AVENTURA DE LA VIDA

 
La vida nos brinda la oportunidad de disfrutar de emociones y situaciones extraordinarias, pero también nos plantea retos, problemas, incertidumbres y momentos de crisis que tenemos que aprender a afrontar. Felicidad, tristeza, miedo, alegría, vergüenza, odio, amor, rabia... esta aventura que es la vida es como una montaña rusa emocional; cuando todo va bien es relativamente fácil ser positivo, pero cuando las cosas se ponen difíciles es donde se hace más necesario mantener ese positivismo. 

A veces creemos que no podemos hacer nada para dejar de sufrir, que hagamos lo que hagamos las cosas no van a cambiar, y es verdad que en cierto modo no podemos decidir como será muestra vida, hay acontecimientos que escapan a nuestro control, pero lo que si podemos decidir es nuestra actitud ante ellos.

Yo creo que de nada sirve vivir con una coraza, si, puede que te proteja de agresiones externas pero esa coraza no te dejará disfrutar de cosas maravillosas. Por experiencia sé que el miedo es el peor compañero de viaje. Los miedos conducen a pensamientos negativos, pensamientos que el cerebro de manera equivocada interpreta como reales y que inevitablemente generan ansiedad. Cuando nos obsesionamos con algo que puede llegar a pasar (y esto es algo muy común en personas con ansiedad) perdemos de vista todos nuestros sueños, todas nuestras metas. El miedo se vuele un círculo vicioso. 

“Los pensamientos negativos generan una enorme cantidad de malestar, la mente se encuentra ante un conflicto al que no sabe darle solución y los mecanismos de alerta de nuestro cerebro  se activan dando lugar a sensaciones físicas  y mentales poco agradables

Por el contrario los pensamientos positivos aportan felicidad, bienestar y sobre todo salud. Por lo tanto la actitud que tengamos frente a cada situación nos generará un estado de ánimo u otro. ¡Y eso si que podemos elegirlo!

Confiar en mi misma, abrir mis alas y volar, ha hecho que los miedos desaparezcan por completo...la vida está para ser vivida, para saborear cada momento, para respirar hondo y pisar firme, para disfrutar cada segundo como si fuese el último.




“Quien no está preso de la necesidad está preso del miedo; unos no duermen por la ansiedad de tener las cosas que no tienen, y otros no duermen por el pánico a perder las cosas que tienen” 

EDUARDO GALEANO





viernes, 22 de mayo de 2015

RECONOCER LA ANSIEDAD

  Tras la publicación de mi primera entrada "Volver a empezar" algunas personas me han preguntado cómo me di cuenta de que tenía ansiedad.


Por desgracia en mi caso la ansiedad me mostró su peor cara desde el principio. Un estrés prolongado unido a la falta de sueño hicieron que mi mente y mi cuerpo estallaran en forma de "ataque de pánico" mientras conducía por la autopista. 

Pero la ansiedad puede aparecer de muchas maneras y de forma progresiva. Si bien el cuerpo da síntomas mucho antes, no nos damos cuenta hasta que se apodera de nosotros. Por ello es muy importante reconocerla a tiempo de lo contrario cada día que pasa gana espacio y luego es mucho más difícil eliminarla. 

Para reconocerla lo primero es saber que es, así que empezaré por definirla: la ansiedad es una sensación de preocupación o temor excesivo. Un estado de alerta permanente que hace que la persona que lo padece visualice el futuro de forma negativa. La ansiedad forma parte del ser humano y sirve para afrontar ciertas situaciones pero cuando se vuelve demasiado intensa se convierte en una fuente de sufrimiento difícil de controlar.

Algunos de los síntomas son las taquicardias, palpitaciones, sudoración excesiva, tensión muscular, sensación de nudo en el estómago, falta de aire, temblores, cansancio, mareos y pérdida de equilibrio, dolor en el estómago y un largo etc., pero los síntomas no son solo físicos, también los hay psicológicos, que son los que te hacen preguntarte ¿por qué me pasa esto a mi? ¿me estaré volviendo loco? pero no...no te estás volviendo loc@, de hecho los datos muestran que más del 20% de la población en España sufre o ha sufrido ansiedad generalizada en algún momento de su vida. 

Una vez reconocido el problema, lo más importante es saber aceptarlo, no luches contra ella, por experiencia se que ese no es el camino. El punto de inflexión en mi carrera hacia la recuperación fue cuando dejé de tenerle miedo. Esa es la clave, la ansiedad no mata, solo está en nuestra cabeza, si dejamos de tenerle miedo, si dejamos de darle protagonismo en nuestra vida, terminará por desaparecer. Pero como todo, es un proceso que necesita tiempo, esfuerzo y paciencia.  Y por supuesto ¡no hay que avergonzase de nada!.

Vivir significa conocerse y aceptarse, y si por temor al que dirán escondemos nuestras emociones y las ocultamos pensando que desaparecerán, cometeremos un grave error, porque no lo harán, aflorarán cuando menos lo esperes.

Así que ¡fuera complejos!, aprender a aceptarse es el siguiente paso para el cambio. 


viernes, 15 de mayo de 2015

RELÁJATE....Y DISFRUTA

¡¡Relájate y disfruta!! Cuántas veces habré oído decir esto y cuántas veces he pensado "que fácil es decirlo"...porque para las personas que padecen ansiedad, relajarse y disfrutar es una tarea realmente complicada, ¡¡aunque no imposible!! 


A lo largo de este tiempo he aprendido que para poder llevarlo a la práctica lo primero que hay que hacer es conocerse a uno mismo, hacer un buen chequeo de todas y cada una de las cosas que nos hacen sentir bien o mal. Hay que tener un profundo diálogo interior.



Para mi lo más importante fue empezar por reducir lo más posible todo lo que me producía estrés. Es verdad que hoy en día esto parece algo inevitable, miremos donde miremos encontramos múltiples fuentes potenciales de estrés dispuestas a robarnos toda nuestra energía y a perjudicar seriamente nuestra salud. Nos sobrecargamos con actividades por temor a sentir que desaprovechamos el tiempo y no nos permitimos momentos de no hacer nada, momentos de "simplemente estar", sentarnos, cerrar los ojos y respirar. En este punto he de decir que el yoga y la meditación me han ayudado muchísimo, pero de esto ya hablaré más adelante ¡porque da para mucho! 



Una de las consecuencias de todo esto es que acabamos viviendo en un constante estrés y por ello terminamos pagando un elevado precio físico y mental. Por esta razón creo que resulta importantísimo empezar por reducirlo tanto como sea posible; que días hay muchos pero cuerpo...¡solo hay uno! 



Existen un montón de posibilidades, pero como me comentaba recientemente un lector, cada persona es un mundo y lo que a mi me ha funcionado no tiene porque funcionarle a los demás. Por eso, como os decía al principio lo primero es nuestro diálogo interior. Yo suelo hacerlo en mi rincón favorito de la casa, ese rincón que me hace sentir en paz, serena, tranquila, sin distracciones y, por supuesto ¡sin teléfono!  


Dedicarse un ratito a uno mismo no cuesta nada y puede ser el comienzo de un gran cambio. 

domingo, 10 de mayo de 2015

VOLVER A EMPEZAR...




Las personas solemos tener la percepción de que las cosas les suceden a los demás. Sobre todo cuando somos jóvenes, nos sentimos inmortales, nada nos puede parar...por lo menos así me sentía yo; no existían los peligros, no existían los miedos irracionales...vivía el día a día sin pensar demasiado en el futuro. Sencillamente vivía.

Es increíble como todo puede cambiar en cuestión de segundos, la vida da un giro de 360 grados cuando menos te lo esperas. De repente todo se derrumba y aunque al principio no fui muy consciente de ello no tardé en darme cuenta que ya nada volvería a ser igual. 

Hace diez años mi pequeño mundo se tambaleó, sufrí lo que los médicos llaman una "crisis de ansiedad", la primera de muchas que cambiarían por completo mi vida.  

Mi cuerpo llevaba un tiempo dando señales de que algo no iba bien, señales a las que yo por entonces no hacía mucho caso, hasta que un buen día dijo "basta" y tuvo que darme un tremendo susto para que me diera cuenta de que quizá por donde tenía que empezar era por cambiar mi estilo de vida...está claro que las circunstancias personales tuvieron mucho que ver en lo que me sucedía, pero si algo he aprendido es que el cuerpo y la mente tienen que estar en equilibrio, trabajan mano a mano, si uno no está bien el otro tampoco puede estarlo.

La ansiedad es una emoción que aparece cuando sientes que se acerca un peligro, una amenaza. Primero se apodera de tu mente y luego de tu cuerpo. Los síntomas son claros: inquietud, dolor de cabeza, las temidas taquicardias, calambres en los músculos, hasta que solo el hecho de respirar se hace misión imposible. La ansiedad como reacción normal es algo muy sano,  nos mantiene alerta, nos prepara para afrontar ciertas situaciones, pero... ¿que pasa cuando pasamos de vivir un momento de ansiedad a vivir ansiosos? 

Los que sufren o han sufrido alguna vez esto entenderán de lo que estoy hablando, Todos los miedos irracionales que puedas imaginar aparecen de repente. La vida puede llegar a ser muy complicada, muy dolorosa a nivel físico y emocional. Pero ahora puedo decir bien alto que se puede superar (algo que yo he llegado a pensar en más de una ocasión que era imposible). Pero si, soy una mujer nueva, recuperada y feliz. Lo conseguí, he ganado la batalla y quiero aprovechar mi experiencia para ayudar a quien todavía no haya encontrado la manera. 

El objetivo de este blog no es otro que el de crear un espacio para compartir experiencias, para demostrar que se puede superar y que se puede volver a disfrutar de la vida, con más ganas si cabe!!!


Bienvenidos a mi espacio, bienvenidos a "Diario de una nueva vida" 

Con todo mi cariño. 
Irene